Una historia diferente, como sucede a menudo con Joyce. Aunque no es
Amigos nocturnos,que quizá por ser la primera novela que leía de este autor, me sorprendió y fascinó a partes iguales, me ha enganchado desde la primera página. La historia arranca sin demasiados preámbulos, y el ritmo no decae en ningún momento, de modo que es difícil soltar el libro hasta el final. Y aunque no se trata de una historia de amor, me ha gustado el modo en que Joyce retrata a esta pareja, su relación imperfecta pero al mismo tiempo muy real.